Un niño de 12 años se escapó de su casa, en una pequeña localidad rusa, para pasar el fin de semana en compañía de sus amigos y de unas prostitutas. El joven juerguista pagó a las chicas con el dinero que había robado en una tienda de comestibles.
Según informa el portal de noticias Redhotrussia.com, Artyom Z, se escapó de su pueblo natal para vivir una peligrosa aventura. Después de robar dinero en varias tiendas y a desprevenidos transeúntes, cogió un autobús hasta la localidad de Pyatigorsk.
Él mismo cuenta que “solo quería pasar un buen rato con las chicas”. “Necesitaba dinero”, sigue su relato, “así que robe un fajo de billetes en un supermercado y salí corriendo”. Como 40.000 rublos no le parecieron suficientes, atracó a varios transeúntes.
“Volví a mi pueblo”, cuenta el precoz delincuente, “llamé a mis amigos y les dije tengo dinero, podemos divertirnos. Llamamos a las chicas y nos fuimos a un hotel con sauna”. El joven y sus amigos pasaron dos días de diversión en los que gastaron 150 mil rublos.
Mientras el disfrutaba de dos días de desenfreno, su hermano mayor le buscaba y denunció su desaparición a la policía. Los empleados del hotel vieron al niño y lo llevaron a la policía.